Sobre mi

Torcqué, nace en Rotterdam (Holanda) el 2 de Julio 1941. Estudio Arte y Diseño Grafico en Rotterdam y Ilustración en la Famous Artist School en Amsterdam.

Después de una movida primera parte de vida como pintor en varios países de la Comunidad Europea, ha experimentado una época en los Diseňos Graficos e Ilustración.

Inquitúdes y deseos de la vida le han hecho volver a los pinceles, su amor a la pintura lo refleja en sus obras, realizadas en un abánico de técnicas y siempre buscando un estilo diferente, que se acopla a su estado de animo y emoción.

La imaginación y creación le producen conflictos interiores que para Torcqué son Guerras íntimas en el momento de realizar una obra. Sumergido en ellos olvida de continuo el mundo que le rodea.

Su fruto esta a la vista y el amante de la pintura puede adivinar el drama y las emociones que se esconden de bajo de la evolución de la vida en obras que hacen pensar, discutir y sobre todo disfrutar al espectador, porque Torcqué es un poeta que plasma sus palabras en pintura.

Torcque el Pintor

Hoy en día cualquiera puede pintar, dice Torcque, pero falta creatividad.

Antes había mucho esperando a ser descubierto, hoy en día una nueva creación es algo raro, aparte de que la creatividad no se aprende…o se tiene o no se tiene.

Torcque es de naturaleza luchadora, convencido de que el artista debe imponerse un objetivo por el que luchar arriesgándose para conseguir expresarse, es decir que debe sacar afuera lo que tiene en su interior, la obra es el reflejo del universo del pintor, por ello que en casi todos sus cuadros se narra algo personal, ya ideas, ya sentimientos. Es decir que los colores reflejan y expresan los estados de ánimo del pintor….Torcque se ve a sí mismo no solamente como artista sino como pinta cuentos cuyas palabras el pintor refleja y expresa en la pintura.

Torcque refleja su amora por la pintura en su obra pues aplica toda una paleta de recursos en busqueda de una nueva exspresion que hace comulgar su estado de ánimo con su idea, que es cuando en su inerior se plantea la guerra entre se imaginacion, su creatividad y la realidad ya que una obra nunca está terminada… Hay que ser critico constantemente con uno mismo, eximinando, mejorando, readaptando…

La obra refleja la interioridady y ésta cambia con el estado de ánimo….

La Obra Perfecta

Torcque ha conseguido una vez en su vida la Obra de encargo perfecta, Un día apareciớ un buen hombre que le expresớ el deseo de que pintara para él, en el más verdadero sentido de la palabra, la Obra Perfekta, de tema libre.

Aquél respondió diciéndole que veía la obra perfecta ante sí y que la podía llevar  a cabo….,pocos días después informó al cliente que la obra ya estaba lista.

Este apareció exitado y Torcque lo guió tranquilamente hasta el cuadro que estaba sobre un caballete, cubierto por una tela, esperando a su nuevo propietario, rogando al cliente, tembloroso aún más si cabe de excitación, que lo descubriera él personalmente.

Esta levantó la tela lenta y cuidadosamente, apereciendo entonces un lienzo blanco como la  nieve y firmado por el pintor como es debido.

No importa la fama, todo pintor ha empezado un diá u otro la obra perfecta del lienzo blanco, sin  conseguir ni siquiera acercarse a ella por mucho que sea el   empeňo… Por tanto aqui tiene la tan deseada obra perfacta aunque quizá mi firma no sea tan perfecta.

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Suele decirse que de todas las formas de expresión artística, la poesía es la que más dificultades encuentra para atravesar las fronteras. Al encerrar su mensaje en el envoltorio de la palabra, al depender de la expresividad y de la música del idioma, es imposible que abandone su lengua original sin perder algo de su fuerza, y ello la hace más vulnerable y más necesitada del ambiente cultural que la vio nacer.

Este libro del pintor hispano-holandés Arie C. Torcque tiene la ambición de superar esta limitación. Mediante el poder de evocación de sus pinturas, Torcque traza un hilo conductor entre poemas escritos en tres lenguas muy diferentes, español, holandés y lituano, e ilustra a la perfección la fuerza comunicadora del arte a través del común lenguaje de la sensibilidad y de la imaginación.

Este libro puede verse también como un símbolo de la propia trayectoria vital del artista Torcque. Nacido en los Países Bajos, ha vivido y creado en España, y ha encontrado un nuevo campo para su actividad en Lituania. De igual manera que en la pintura de Torcque se establece un puente entre la sensibilidad de estos tres países, poesía y pintura y se aúnan, en este libro, en la fértil imaginación del autor. Una muestra de que la fuerza y el mensaje del arte no tienen fronteras.

Manuel Hernández Gamallo

Consejero Cultural. Embajada de España en Lituania

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El arte nos acerca unos a otros y hace el mundo más pequeño. Esto lo ha demostrado una vez más el artista Torcqué, que une en sus cuadros tres países. Nacido en Rotterdam en 1941, en Holanda estudió diseño gráfico y el arte de la ilustración;  en España descubrió su camino el de pintor, hasta que finalmente llegó a Lituania.

Este libro demuestra que no solo se puede ilustrar la poesía con cuadros, sino al revés, que los poemas ilustran magníficamente la pintura. Poetas lituanos, españoles y holandeses hacen en su lengua materna su peculiar comentario a

los cuadros de Torcqué. Por eso los cuadros y los poemas no rivalizan queriendo llamar mayor atención para sí, sino que se complementan bellamente, expresando así la fuerza conjuntiva del arte.

Torcqué no es solo un artista, sino un embajador del gran mundo de la imaginación. Con sus poéticos cuadros elimina los límites claros, permitiéndonos alcanzar horizontes desconocidos. El pintor muestra que el arte no solo reduce el mundo, sino que además amplía sus límites.

Les deseo unos placenteros instantes con este libro.

Joep Wijnands

Embajador del Reino de Holanda en la República de Lituania

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El lienzo y el texto. Dos géneros

El cuadro y el texto poético son como dos géneros, dos sexos del mismo tipo y espíritu. Influidos por una comunidad natural y por la atracción del conocimiento de la una sobre la otra, ambas buscan el encuentro, a pesar del posible fracaso. Se arriesgan. La confianza en ellas la genera su común naturaleza, sobre la cual, como sobre su fundamento, pretenden comparar sus diferencias.

Este hecho de comparación es un acontecimiento de vida y amor. La diferencia se desnuda y finalmente esta desnudez descubre que en las diferencias ocultadas había muchos nexos de unión escondidos.

De ahí mis respetos a la socialidad, a la fe, a la valentía, a la mano extendida que pretende tocar la diferencia, desvelarla y conocerla. Mis respetos a la mano que se ha atrevido con la diferencia que puede ser mal entendida y devuelta a la supuesta perfección de su enconchamiento y de su totalidad. Mis respetos al cuadro de Torcqué, que se arriesga a abrirse al texto en esta extraña acción erótica.

¿Dónde transcurre la mencionada acción? Es realizado en las zonas de Dios, la creación, la mujer y el hombre, pero al mismo tiempo, de Babel, la incomunicación, la soledad y el Apocalipsis. Los cuadros son como piedrecitas lanzadas al océano del Mundo que producen olas con textos poéticos en distintas lenguas. La situación nuestra, la de observadores de este rielar del agua, es conocida: nuestros ojos no siempre llegan a tiempo, la mente resbala, se enfanga y con frecuencia queda encallada en el fondo de la conciencia; a veces esta acción espontánea, involuntaria, recuerda un baile asombroso.

En cualquier caso el subconsciente que no se concibe a sí mimo e incapaz de esconderse de sí mismo fija la cualidad de la belleza y el sentido de que siguen siendo inaprensibles, confirma la cualidad del mundo de que no se nos desvela del todo, se mantiene como una incógnita que provoca un deseo de vida.

Los textos escritos en distintas lenguas que acompañan a los cuadros, visiones creadas por el pintor, son como cosas o señales que no son comprensibles a todos los lectores. Un poema en una lengua ininteligible puede parecerse mucho más a una nebulosa imagen gráfica que a un texto y convertirse en una señal inapelable de la inaccesibilidad de la diferencia, de la división babilónica del mundo. Y eso no es menos cercano al espíritu que sentimos en las zonas de acción de Arie Torcqué.

El lienzo y el verso del pintor, son como el hombre y la mujer de los cuadros de Torcqué que tomados del brazo y vueltos de espaldas en el instante de la incomunicación, sin embargo están enlazados por la misma expectativa de entendimiento mutuo y de amor, por la misma soledad que exhala. Están relacionados por el viento, independiente de ese hombre y mujer, que alborota sus pelos y sus ideas en esa misma dirección, por ese viento invisible que arruga su piel.

En cualquier relación se crea una nueva realidad, se trenzan algunos frutos, aun cuando en ese relación nos enteramos de nuestra limitación y de la incognoscibilidad de lo otro, de la alteridad. Cualquier relación nos promete abrirnos nuevos mundos y heridas. Al mismo tiempo se nos promete un amor mutuo, un amor sin correspondencia o lo contrario al amor.

No obstante en nosotros se nos inculca un programa que nos obliga a avanzar hacia el lado de la alteridad y nosotros siempre vamos al encuentro de esa alteridad: ya valientemente, ya temblando de miedo, sonriendo o con lágrimas en los ojos. Torcqué, por lo viso, avanza con una maleta llena de las más variadas experiencias: podríamos encontrar en ella abundancia o reproches inquietantes. Y entiendo su invitación a escribir textos con los temas de sus cuadros como una arriesgada invitación de amor, a la que resulta difícil renunciar.

El álbum concebido como un edificio de relaciones cuadro-texto, está impregnado, a mi parecer, del espíritu básico de Torcqué. Un rasgo característico de este espíritu, pienso, es una arriesgada no esterilidad que al mismo tiempo significa confianza en la gracia y la calidez del entorno. El autor arrima al cuadro el texto, que sin duda se baña en el contenido del cuadro, atreviéndose a mostrarse no totalmente autónomo, nacido no de la nada o del mismo Dios, sino crecido en la base del cuadro. Del mismo modo el cuadro parece como si renunciara a aparecer en su forma pura, a permanecer como

un mundo independiente, renuncia a ser terminado, no necesitado de relación o comparación. La creación de la pintura renuncia a ser indiferente al espectador o al texto del observador, rechazando al mismo tiempo ser una creación estéril.

Este acontecimiento sorprendente y no comprensible del todo – el álbum de Torcqué– me recuerda al modelo del mundo, vive como una metáfora compleja del mundo.

Sara Poisson,

escritora

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El primer encuentro con la obra de Torcqué puede ser tan sorprendente como estimulante. En él hay mucho de todo: asociaciones, símbolos, experiencia emocional e intelectual de nosotros mismos y del creador. Un continuo déjà vu: eso es lo que acompaña a los que contemplan los trabajos de este autor. No pueden dejar de estar de acuerdo con los que llaman poesía a los lienzos de Torcqué. Sólo que cada palabra de estas estrofas de las imágenes suena en lenguas, periodos y lugares distintos: España, Italia, Holanda renacimiento, surrealismo, Rembrandt, Van Gogh…

Se trata de una alquimia de imágenes creada en la soledad, en lo remoto, absorbiendo todo lo que fue y todavía puede experimentarse. Sin embargo no cabe acusar al autor de tener una fantasía demasiado desbocada y de alejamiento de la realidad. Y es que aquí todo es real, experimentado por él mismo. A fin de cuentas, es sencillamente humano. El creador es infinitamente franco con sus espectadores: él cuenta su propia historia con imágenes oníricas, pero al mismo tiempo con imágenes y símbolos conocidos.

No obstante hay una paradoja en los trabajos de este autor establecido en Žemaitija, en Purvėnai, que se considera representante de una creación internacional: estimulando la creación de otros con sus lienzos, el mismo Torcqué afirma no creer en la inspiración. Solo cree en una cosa: en el trabajo sincero y duro. Por eso no extraña que el término sin duda más preciso que define la obra del autor sea el de surrealismo real usado por él mismo.

Aistė Bimbirytė-Mackevičienė

Investigadora de Arte